Éste es el debate de el
último siglo que aún hoy está vigente debido a la enorme controversia y debate
de ideologías, en parte, por que en economía no hay nada seguro ni permanente,
sino que unas cosas en un determinado momento funcionan y sin embargo, las
mismas en otro tiempo de la historia no funcionan.
Los
liberales tienen como máximos exponentes de la corriente de pensamiento a los
economistas Friedrich von Hayek (premio Nobel de economía el 1974 juntamente
con Gunnar Myrdal, por estudios sobre la teoría monetaria). Años más tarde,
también recibiría el mismo premio el estadounidense Milton Friedman por sus
investigaciones sobre el análisis de la función del consumo y de la teoría
monetaria.
Esta corriente de pensamiento defendía que el estado
tenía que tener un papel minoritario en la actividad económica, ya que, según
dice, el estado no gasta eficientemente los recursos, debido a que no es el
interés propio lo que le impulsa a ser mas eficiente.
Esto se ve claramente en un ejemplo muy
sencillo; en un piso de tres estudiantes, que van en plan comuna y pactan que
la factura del supermercado la pagarán proporcionalmente entre los tres a
partes iguales. Cuando van a la compra sus integrantes cogen más de lo que
individualmente desean, ya que el aumento de lo que al final cada uno tendrá
que pagar será tres veces menor a que si lo comprara por si solo. Así que en
este ejemplo, la moraleja puede ser que, es mucho más fácil pensar por uno
mismo que en grupo.
El segundo postulado que
defienden es que un sector en el que se introduce una empresa pública desplaza
o expulsa a empresas ya establecidas o unas futuras, es lo que le denominan “la
inversión pública expulsa la inversión privada”.
Por estas razones, los
liberales defienden la libertad y la igualdad por medios de el libre
restricciones impuestas por un estado ineficiente. La libertad e igualdad vendrán cuando todos los agentes
tengan aquello que se merezcan, no por la igualdad de resultado, sino teniendo
en cuenta las individualidades y particularidades personales bajo el supuesto
de la igualdad de oportunidades. Con la libertad, se llegará al libre mercado
que entonces tendrá la capacidad suficiente de ajustar sus mecanismos
automáticos para paliar cualquier efecto adverso o situación de crisis o depresión
económica.
Por otro lado los intervencionistas/neokeynesianos,
su máximo representante fue John Maynard Keynes con su “Teoría general sobre el
empleo, el interés y el dinero”. No consiguió ningún Nobel pero se le considera
padre fundador de la macroeconomía moderna. Sin embargo, actualmente se ha
erigido un gran economista llamado Paul Krugman, quién ganó un Nobel en 2008
por su teoría del comercio internacional.
Consideran que los mercados generalmente
no son eficientes porque no se cumplen los supuestos de competencia perfecta
(agentes económicos: productores y consumidores, información libre y gratuita,
producto homogéneo, no hay costes de para formar nuevas o liquidar empresas,
tampoco hay costes por las transacciones, y la perfecta movilidad de factores
de producción y capitales). Por lo tanto este mercado ya no dota de los
mecanismos necesarios como para autorregularse.
Por ello, el estado ha de tener un papel de
regulador económico. Primero para asegurar la libertad, y segundo para intentar
la igualdad mediante la redistribución. La manera de paliar las diferencias y
que se cumplan esos principios básicos, es que el estado ha de tomar una
posición intervencionista y reguladora sobre la economía.
Con respecto al supuesto de
que “la inversión pública expulsa la inversión privada”, los keynesianos
defienden que en una crisis económica coma la actual, el mercado no tiene
capacidad autónoma como para salir del apuro, por ello, el estado ha de
intervenir gastando en inversiones para así estimular la economía. Consideran
que si una economía esta en depresión, da igual que el estado cree nuevas
empresas ya que esto no afectaría en la inversión de capital privado, porque si
afectara ya lo habrían hecho.
La conclusión y moraleja de
este debate, es que históricamente el keynesianismo ayudo mucho a la hora de
superar las dificultades de la Gran Depresión de 1930s, sin embargo, las mismas
políticas se adoptaron en los ‘70s para la crisis del petróleo y no hicieron
mas que generar más problemas y tuvieron que acudir a la teoría monetaria
liberal para salir del embrollo.
Ambas dos defienden la
libertad y la igualdad pero por senderos bien distintos, sin embargo tenemos
argumentos suficientes como para afirmar que “todos los caminos llevan a Roma”.
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